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Se seca la hierba, se amustia la flor,
cuando sopla sobre ellas el aliento del Señor.
Se seca la hierba, se amustia la flor,
permanece inmutable la palabra de nuestro Dios”.
Súbete a un monte encumbrado,
tú que traes buenas nuevas a Sión.
Alza luego con fuerza tu voz,
tú que traes buenas nuevas a Jerusalén.
Alza tu voz sin miedo,
di a las ciudades de Judá:
“Aquí tenéis a vuestro Dios.

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